Playa, piscina, montaña… da igual que prefieras lo cierto es que cuando llega la época de primavera-verano, todo el mundo sale de sus casas para disfrutar del clima que tanto han estado esperando, no obstante antes de lanzarse de cabeza es importante tener en cuenta un par de precauciones, sobretodo cuando se trata del sol.
A estas alturas, todos somos conscientes de la importancia que tiene aplicarnos un buen protector solar para ir a lugares donde el sol es el rey indiscutible.
Aún así seguimos cometiendo una serie de errores bastante comunes que pueden contrarrestar nuestros esfuerzos por protegernos del sol correctamente.
Hoy te contamos estos errores para que evites cometerlos en medida de lo posible y mejores tus hábitos.
Pensar que cuando no hay sol no necesitamos el protector solar
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Probablemente éste sea uno de los errores más típicos que cometemos todos en algún momento de nuestra vida, no es de extrañar ya que si no hay sol porque motivos íbamos a pensar que es necesario usar protección contra el mismo ¿verdad?
Lo cierto es que aunque no veamos el sol como tal ya sea a causa de que el día está nublado o que estemos a la sombra, siguen existiendo rayos nocivos para nuestra piel, un claro ejemplo son los rayos ultravioleta.
Estos rayos, los ultravioleta, nos aseguran los dermatólogos que son igual de nocivos que los UVA y que pueden dañar nuestra piel si no la protegemos correctamente.
Por lo tanto, para evitar futuras complicaciones cutáneas es recomendable aplicar protector siempre que salgamos de casa haga o no sol.
Y si no sabes cual usar, te dejo por aquí una lista con los solares más recomendados del mercado.
Aplicarlo justo en el momento de la exposición solar
La loción solar es una crema al fin y al cabo, la cual necesita su tiempo para ser absorbida por la piel y empezar a hacer efecto sobre la misma. Sabiendo esto, es fácil entender que si aplicamos nuestra loción cuando ya estamos en la piscina o playa no estaremos protegidos hasta después de un buen rato ¿cierto?
Para evitar esta situación es importante que nos aplicamos la crema o loción solar una media hora antes de salir de casa, de esta forma conseguiremos aplicarla correctamente y sobretodo dejarle el tiempo necesario para que se absorba y funcione a la perfección.
Usar el mismo protector para la cara y para el cuerpo
Cuántas veces habrás escuchado la típica frase de “qué más da usar una loción distinta para la cara que para el cuerpo, es piel al fin y al cabo”, pues lo cierto es que sí importa y mucho.
La piel de nuestra cara es muy distinta a la del resto del cuerpo. La diferencia más grande es que la piel de nuestro rostro es mucho más fina y delicada, por lo que sería un error bastante importante aplicar cremas que no están pensadas para la tez.
Por lo tanto, es necesario que al inicio del verano compres una loción para el cuerpo y otra específica para la cara.
Además, recuerda que nuestra cara es una de esas pocas partes del cuerpo que siempre están expuestas al sol, da igual que época del año sea, por lo que es importante que la protejamos todos los días para evitar manchas y arrugas prematuras.
Si no sabes en que tienes que fijarte para comprar un buen solar, te dejo aquí una guía que te ayudará a decirte a elegir el mejor.
Dejar algunas zonas sin cubrir
Piernas, brazos, barriga, espalda y culo, ya estamos listos para tomar el sol ¿o no? Cuando se trata de aplicar estos productos somos bastante ansiosos y tenemos la mala costumbre de dejar en el olvido zonas que son bastante delicadas y se queman con mucha facilidad.
Cuando vayas a aplicar tu bloqueador solar intenta acordarte de ponerlo también en la nuca, escote, cuello, dorso de las manos, orejas y los pies al completo.
Además es muy importante que cubras también tus labios, lo ideal es hacerlo con un bálsamo labial para este fin.
No volver a aplicarlo
Cualquier crema o loción ya sea para hidratar o protegernos del sol no tiene una duración o efecto infinito sobre nuestra piel, por lo que es importante volver a aplicarlas después de un tiempo determinado.
En el caso de las lociones solares esto es aún más importante si cabe ya que si sólo nos la aplicamos al inicio del día, después de unas horas ya no tendremos protección frente a los rayos y habrá sido todo en vano.
Este es el motivo por el cual los dermatólogos recomiendan aplicar varias veces durante el día este tipo de bloqueadores solares.
Lo recomendable sería aplicarlo tras cada baño siempre, y en caso de no bañarnos, deberíamos contar un par de horas entre cada aplicación.
Aquí puedes encontrar información sobre los protectores minerales o físicos, que son aquellos que se recomiendan siempre por el simple hecho de que no penetran a todas las capas de la piel.
Usar productos caducados
Todos los productos cosméticos tienen una fecha de caducidad una vez se abre el envase. Este dato es fácil identificarlo en los envases como un dibujo de un tarro de crema abierto en el cual hay un número en el centro, ese número son los meses que dura tras su apertura.
Este gesto tan sencillo de ver la duración del producto es imprescindible en el uso de cremas de otros veranos, ya que por regla general suelen tener una duración de 12 meses.
Pocas son las cremas de este tipo que llegan a durar 24 meses tras su apertura.
Lo mejor es evitar comprar cremas que tengan mucha cantidad, tanta como para que nos dure varios veranos; de esta forma cuando acabe la temporada de sol no tendremos problema en tirar a la basura los restos de crema, pues en teoría serían pocos.
Una excepción a tener en cuenta es la gente que suele usar este producto durante todo el año, un ejemplo los amantes de la naturaleza que hacen excursiones por la montaña. En este caso es algo más complejo ya que la loción la utilizan tanto en invierno como en verano.
En este caso lo ideal es anotar con un rotulador indeleble sobre el envase el mes y año exacto en el cual se ha empezado a usar dicha crema, de esta forma tendremos más control sobre la fecha de expiración.
No aplicar la cantidad correcta
Si nos ponemos científicos, tendría que decir que para cubrir bien el rostro y no correr riesgos habría que poner 2 mg de protector solar por centímetro cuadrado de piel, lo que viene a ser cubrir la dermis hasta que no quede ningún hueco libre.
No prestar atención al nivel de protección
Esto es muy importante, ya que hay muchas personas que eligen un producto sin saber que nivel de protección le ofrece.
En el mercado podemos encontrar desde un nivel 10 hasta un 50+, siendo este último el más recomendado para mantener la dermis protegida de forma correcta.
Todos los productos que sean inferior a 30 no nos pueden asegurar un eficacia buena, por lo que nuestra recomendación siempre es elegir uno de 50 o en su defecto, el de 30 como mínimo.
Por último, también sería interesante conocer todas las virtudes de los solares biodegradables, así que os dejo esa información por aquí.
Si conseguimos evitar estos errores de aplicación junto a las pautas clásicas de elegir un FPS o factor de protección correcto con los filtros adecuados, podemos asegurar que nuestra piel estará protegida frente a los rayos solares, dejando de lado las preocupaciones por las temidas manchas, arrugas o enfermedades cutáneas inducidas por una exposición elevada a los rayos.